Tuesday, June 19, 2007

Cabrera y Ginóbili, para todos los tiempos

Esto escribio Daniel Arcucci en La Nacion.
Y es tal cual. Semana historica para el deporte.
Mi pregunta de siempre es: Son talentos naturales o fruto de un trabajo de largo plazo? Tiene que haber planificacion de largo plazo? Son meritos individuales o del deporte argentino? Tema interesante para discutir sin ideologias.


Cabrera y Ginóbili, para todos los tiempos

Daniel Arcucci
De la Redacción de LA NACION

Hay momentos del deporte argentino que se guardan para la historia, que se marcan en el calendario y que resaltan cada vez que un nuevo hecho obliga a resumir lo mejor en una cronología.

La década del 70, casi nadie lo duda, tiene el peso de la calidad y la cantidad. En ella coincidieron grandes éxitos colectivos del fútbol y el nacimiento al estrellato de Maradona, con los memorables triunfos de Vilas y de Monzón; las carreras de Reutemann, por la huella que le había dejado el incomparable Juan Manuel Fangio, y el despegue internacional de los Pumas con Hugo Porta al frente.

La temporada de 2002 se ganó su espacio porque, en aquel año, sobre la foto en blanco y negro de un país sacudido por la crisis, resaltaba la imagen en colores de una suma de logros en el plano deportivo que, al menos como una metáfora, invitaba a la esperanza: imposible olvidar el salto de la generación dorada del básquetbol, el rugido de las Leonas, el ejemplo del voleibol y hasta el dolor lleno de dignidad del fútbol.

Esta semana -como aquella década, como aquella temporada- ya está grabada en el calendario. Con una diferencia de una cuantas horas, Emanuel Ginóbili y Angel Cabrera conquistaron el deporte de los Estados Unidos, ese país tan egocéntrico que es capaz de llamar "campeón del mundo" a quien o quienes ganan sus torneos más importantes. Hay varios puntos en común entre los extraordinarios triunfos de aquel bahiense y de este cordobés.

¿Coincidencias anecdóticas? En el penúltimo partido de la serie de playoffs, Ginóbili jugó tan mal que recibió críticas hasta de su hermano, que llegó a decir que Manu, insólitamente errático, "le tiraba a una bañadera y le pegaba siempre a la canilla" : convirtió sólo tres puntos aquella noche, pero a la siguiente hizo 27 y fue el goleador del partido decisivo. En la penúltima vuelta del US Open, Cabrera falló hasta recibir las críticas ásperas e impiadosas de sus amigos, presentes en aquella cancha hostil: cerró la vuelta con 76 golpes, pero a la siguiente hizo 69 y fue el único que bajó dos veces el par de la cancha.

¿Coincidencias que ponen las cosas en su lugar? Cabrera ganó soportando la presión del número uno del mundo, Tiger Woods, y hasta terminó transfiriéndosela a él. Ginóbili ganó soportando la presión de quien estaba llamado a ser el sucesor de Michael Jordan, LeBron James, y hasta terminó transfiriéndosela a él.

¿Coincidencias históricas? Ginóbili ganó lo que ningún argentino había ganado antes y Cabrera ganó lo que De Vicenzo había ganado hace cuarenta años, un Major. Esto es: ganaron algo único, para todos los tiempos.

darcucci@lanacion.com.ar

No comments: